Lectura activa

La lectura activa va más allá de simplemente leer el texto; implica hacerlo con plena atención y un enfoque crítico. Mientras lees, debes cuestionar el contenido, buscar el significado detrás de las palabras y relacionar la información con tus conocimientos previos. Subrayar o resaltar las ideas más importantes, hacer anotaciones al margen con comentarios o preguntas, y resumir lo leído en tus propias palabras son prácticas que ayudan a interiorizar mejor la información. Esta técnica no solo mejora la comprensión lectora, sino que también desarrolla el pensamiento crítico, lo que es esencial para analizar textos complejos, formular opiniones fundamentadas y comunicar ideas con mayor claridad tanto de forma oral como escrita.